Qué triste fue el dejarte ir
Y más cuando mío te creía
Miro ese pequeño todo que construí
Dentro de mí, crédulas fantasías.
Efímeros fueron los momentos a tu lado
Con parvas palabras de afecto
Y enormes muestras de este.
Mis labios se volvieron expertos
A cambio, mi cabeza perdió toda experiencia
Decisiones rápidas e imprecisas
Fue lo único que esta podía producir.
Pueriles juegos nos llevaron a donde estamos ahora
Lejos del otro, sabiendo que algo sigue ahí
Pero el miedo al fuego esta más presente que nada
Da miedo la gran posibilidad ¿no?