sábado, 24 de abril de 2010

Qué triste fue el dejarte ir
Y más cuando mío te creía
Miro ese pequeño todo que construí
Dentro de mí, crédulas fantasías.

 Efímeros fueron los momentos a tu lado

Con parvas palabras de afecto
Y enormes muestras de este.

Mis labios se volvieron expertos

A cambio, mi cabeza perdió toda experiencia
Decisiones rápidas e imprecisas
Fue lo único que esta podía producir.


Pueriles juegos nos llevaron a donde estamos ahora
Lejos del otro, sabiendo que algo sigue ahí
Pero el miedo al fuego esta más presente que nada

Da miedo la gran posibilidad ¿no?