jueves, 12 de julio de 2012

Untitled

Cuando uno es joven e ignorante espera tanto de la vida,
no importa que tan cruel es la realidad, el cegarse es involuntario.
Queremos aventuras, romances, excesos; lo queremos todo.
¿Quién nos diría que eso no es más que una película de Hollywood?


Una vez me atreví a confiar en las personas y, tristemente, ahora me lamento de ello.
Lo que hicieron fue más horroroso que cualquier tortura.
Indiferencia.
Indiferencia fue lo que recibí al abrirles mi mente.
Engaños.
Engaños a un tierno y recién nacido amor.
Falsedades.
Falsedades vestidas de esas hermosas sonrisas que ocultaban tu mala gana.


Ilusa e inocente caí en todo ello, creyendo que la bella cara
que me mostraban era honesta.
Pero así no son las cosas, nunca son así y es que cuesta entender.
Cuesta entender lo enfermo y retorcido que el mundo es...